CUIDADO con parches y packs de CALOR
En el post de hoy queremos hablarte de un problema que se nos ha presentado frecuentemente en la consulta, y que resulta preocupante. Tal vez te sientas identificado con esta historia:
"Es que me dolía mucho el cuello/la espalda/la zona lumbar ... y me puse un parche/pack de calor"
Hasta ahí, en principio, nada raro. El calor puede ayudarnos a mejorar la circulación y la rigidez articular; reducir el espasmo muscular o la velocidad de conducción de un nervio, elastificar los tejidos, mejorando nuestros síntomas.
El problema es cuando la persona se quita la ropa y aparece con una imagen como esta:

Algo que en principio piensas que puede ayudarte acaba por provocarte una quemadura. Y no es la peor que hemos visto: terminar en la consulta del médico y con dos semanas de pauta de antibióticos.
La aplicación de calor con fines terapéuticos, la termoterapia, es una técnica tan antigua como extendida entre la población. Sin embargo, no es inocua y debemos tener en cuenta unas pequeñas consideraciones.
1. "Poner más intensidad de calor no va a hacer que te recuperes antes". Es un error muy común creer que altas temperaturas tendrán más eficacia. A modo de resumen, intensidades bajas estimulan el metabolismo; intensidades altas lo aceleran, pero INTENSIDADES MUY ALTAS desencadenan un STOP a ese metabolismo, o incluso LESIONES como la que hemos visto en la foto, y MUERTE DEL TEJIDO. Si tienes dudas, coloca un paño entre tu piel y el objeto que genera calor, a modo de barrera, para evitar lesionarte la piel.

2. Aunque parece obvio, SIGUE LAS RECOMENDACIONES DE USO DEL FABRICANTE del producto con el que te aplicas calor. Sean packs, parches, cremas, etc. se ha estudiado y certificado que su uso es seguro de una determinada manera. Ser creativo en estos casos puede ser peligroso.
3. NO COLOQUES FAJAS O PRENDAS DE ROPA QUE APRIETEN POR ENCIMA del pack, parche, manta eléctrica, etc. El exceso de presión puede hacer que se concentre demasiado el calor contra la piel, y termine por provocar quemaduras.

4. Ten CUIDADO SI DECIDES COLOCARTE ENCIMA de la fuente de calor, comprueba el estado de tu piel y la temperatura, y sobre todo, procura no quedarte dormido en esa posición sin un temporizador de apagado automático del aparato, o sin la supervisión de otro adulto. Las consecuencias pueden no ser agradables.
5. Si tienes PROBLEMAS CARDIACOS, DE CIRCULACIÓN, O ALTERACIONES DE LA SENSIBILIDAD, CONSULTA ANTES A TU MÉDICO de cabecera. El calor es un medio natural de tratamiento, pero eso no significa que sea inocuo. El médico valorará la seguridad de usar el calor en tu caso individual.
6. En HEMORRAGIAS, ÚLCERAS, HERIDAS ABIERTAS, INFECCIONES AGUDAS O PROCESOS TUMORALES ESTÁ CONTRAINDICADO USAR TERMOTERAPIA. Si tienes cualquier duda, consulta a tu médico o a tu fisioterapeuta. Estamos para ayudarte.

Esperamos que esta entrada haya servido para aclarar dudas y, sobre todo, evitar posibles lesiones. Y si has tenido la mala suerte de quemarte, consúltanos acerca de tratamientos regeneradores y cicatrizantes. Estamos a tu disposición en nuestro centro de Cariño (A Coruña), a través del teléfono 676283814 y en las redes sociales.