Tendinopatías, las "nuevas" antiguas tendinitis.

Actualmente conocemos un sinfín de términos para denominar un proceso patológico en un tendón: tendinitis, tendinosis, tendinopatía, tenosinovitis, etc. Aclaremos un poco todos estos conceptos para expresarnos con corrección:
Tendinitis o tenositis se utilizan para denominar el dolor tendinoso crónico, asumiendo que la lesión se produce por una respuesta inflamatoria: Clásicamente se ha englobado a todas las tendinopatías bajo el diagnóstico de "tendinitis", considerando que la lesión fundamental del tendón es la inflamación. Si los síntomas se mantenían en el tiempo se le consideraba una "tendinitis crónica". Sin embargo, estudios científicos publicados después del año 2000 defienden que en estos procesos crónicos no siempre aparece respuesta inflamatoria en los tejidos. En la actualidad se ha ido abandonando el uso indiscriminado del término "tendinitis" por el de "tendinosis" o “tendinopatías”.

El término tendinitis hace referencia a una lesión aguda del tendón y, por lo tanto, la sintomatología dolorosa no debería superar las 3 semanas desde el momento de la lesión, que es el tiempo que dura la respuesta inflamatoria completa. Las tendinitis, casi siempre (exceptuando las debidas a causas sistémicas), están provocadas por un agente traumático de forma directa o indirecta, es decir, bien mediante una contusión, bien por una elongación o distensión. Como consecuencia, el tendón reaccionará con una respuesta inflamatoria que deberá irse resolviendo a lo largo de las 3 semanas siguientes. Un elevado porcentaje de estos pacientes cursa con una cronificación de la tenopatía, en cuyo caso, la denominación correcta sería tendinosis.
Si la respuesta inflamatoria y, por lo tanto, el proceso de reparación o curación fracasan, el tendón entra en un ciclo de degeneración progresiva. Este proceso de degeneración puede sentirse con diferentes síntomas, que van desde un dolor intenso hasta la ausencia de dolor. Por el momento, la evidencia científica no puede explicar estas diferencias.
TENDINOPATÍA o tenopatía es un término muy amplio que describe alteraciones tanto dentro del tendón como alrededor del mismo, siendo considerado por muchos autores como el más apropiado para sustituir al término tendinitis. La tendinopatía define cualquier afección tendinosa.
Existen una serie de errores de concepto respecto a las tendinopatías que aún persisten en la actualidad:
1- Pensar que este problema requiere pocas semanas para recuperarse. La evidencias científica describe que son muy reacias al tratamiento y que requieren meses para recuperarse.
2- Pensar que el diagnóstico por imagen (Ecografía, o Resonancia magnética nuclear) pueden predecir el pronóstico. En muchos casos existen imágenes claras de lesión tendinosa sin ningún síntoma doloroso.
3- Pensar que la presencia de quistes o calcificaciones es criterio de intervención quirúgica, ya que muchos pacientes con tendinopatía degenerativa con calcificación pueden ser asintomáticos. Es importante recordar, que la intervención quirúrgica sólo se ha demostrado eficaz en un 45% de los casos.

Tenosinovitis es el término que designa a la patología tendinosa en aquellos tendones que están recubiertos por una vaina sinovial. Esta vaina sinovial suele tener una función de protección contra la fricción con otras estructuras, como por ejemplo el hueso, de modo que el tendón no sufra directamente ese roce y se deteriore. Sin embargo, cuando el tendón sufre una respuesta inflamatoria, su vaina se le queda pequeña y sufre por falta de espacio. También se puede ver comprometido en casos de tendinosis por un engrosamiento del tendón por sobreuso, de modo que la vaina no deje espacio para que el tendón pueda deslizarse con los diferentes movimientos.
Debemos diferenciar también entre tendinopatía y "entesopatía", que se refiere a la afectación del tendón en su inserción en el hueso, y no exclusivamente de las fibras del tendón. Debido a sus diferencias de composición y función biomecánica, su pronóstico y tratamiento son diferentes.