

"Me duele mucho la espalda y me han salido unos granitos..."
Así empieza en muchos casos el discurso de un paciente que entra por la puerta. Y en ese momento, suena la señal de alarma en la cabeza del fisioterapeuta. - ¿Unos granitos? - preguntas. - Sí, se me han puesto en la zona y están como rojos...no me los veo muy bien... - Acompáñame un momento a una sala y me los enseñas - invitas al paciente a pasar inmediatamente a una cabina libre y le pides que te enseñe la piel, más allá del dolor que refiere, que además es muy intenso. Lo